Hay quien piensa que la pérdida de un diente es algo meramente estético, pero la pérdida de un órgano dentario y su ausencia en la arcada dental trae infinidad de consecuencias negativas para nuestra salud, tanto a nivel general para nuestro organismo como en la salud bucodental en particular.
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Causas por las que se puede perder un diente
La pérdida de un diente puede estar relacionada con varias causas, que pueden ser de origen dental, traumático o sistémico. Aquí hay algunas de las causas más comunes:
- Caries dental: La caries es una de las principales razones de la pérdida de dientes. Cuando la caries no se trata a tiempo, puede extenderse avanzando y dañando el tejido dental, llevando a la pérdida del diente.
- Enfermedad periodontal: También conocida como enfermedad de las encías, es una infección bacteriana que afecta a las encías y el tejido que rodea y sostiene los dientes. Con el tiempo, la enfermedad periodontal puede debilitar los tejidos de soporte del diente y hacer que se afloje y se caiga.
- Traumatismos o lesiones: Un golpe fuerte en la boca debido a accidentes, caídas o actividades deportivas puede causar la fractura o luxación del diente, lo que puede llevar a su pérdida.
- Maloclusión dental: Una mala alineación de los dientes y la mordida puede generar una presión desigual sobre los dientes, lo que puede resultar en su aflojamiento o desplazamiento gradual.
- Bruxismo: El bruxismo es el hábito de rechinar o apretar los dientes de manera involuntaria, especialmente durante el sueño. Con el tiempo, esto puede desgastar los dientes y debilitarlos, lo que aumenta el riesgo de pérdida.
- Enfermedades sistémicas: Ciertas enfermedades o condiciones médicas, como la diabetes no controlada, la osteoporosis o el cáncer, pueden tener un impacto negativo en la salud dental y contribuir a la pérdida de dientes.
- Falta de cuidado dental adecuado: La higiene bucal inadecuada, como el cepillado y el uso poco frecuente del hilo dental, puede llevar a la acumulación de placa y sarro, que eventualmente puede dañar los dientes y las encías.
- Abscesos dentales: Un absceso dental es una infección bacteriana en la raíz de un diente o en el espacio entre el diente y las encías. Si no se trata, puede dañar gravemente el diente y provocar su pérdida.
Estos son sólo algunas de las posibles causas que nos encontramos prácticamente a diario cuando un paciente ha perdido una pieza dental. No obstante, hay que estar preparado para cualquier eventualidad y especializarse para poder aplicar el mejor tratamiento para cada caso.
Consecuencias de las pérdidas dentales
Son muchas las consecuencias de perder un diente, todas ellas con un impacto negativo para la persona que las sufre, pero una de las más evidentes no cabe duda que es el factor estético. Cuando sonreímos, la ausencia de dientes afecta la apariencia facial, provocando gran inseguridad y una autoestima baja a todos los que la padecen, con su correspondiente trastorno psicológico y repercusión social, pero también su ausencia en la arcada dental trae trastornos funcionales, como los dientes vecinos y su antagonista tienden a desplazarse y cambiar de posición, lo que provoca alteración de los dientes restantes, desequilibrio de la mordida y problemas al ocluir, existiendo contactos prematuros que a su vez producen fracturas y desgastes de las piezas dentarias al ser sometidos a una mayor carga de trabajo.
Es importante mantener una buena higiene bucal, realizar visitas regulares al dentista y abordar cualquier problema dental a tiempo para prevenir la pérdida de dientes en la medida de lo posible. Siempre que se presente una situación inusual o dolor en la boca, es fundamental buscar atención profesional lo antes posible. Por ello es fundamental cuidar de nuestra salud bucodental, ya que la mejor solución en estos casos es la prevención.
Soluciones para las pérdidas dentales
Remontándonos a los inicios de la humanidad, el ser humano siempre ha intentado reponer sus piezas dentales perdidas. Con el paso de los siglos y gracias al desarrollo tecnológico existen los Implantes Dentales, la mejor solución para suplir esta pérdida. Estos no son más que raíces artificiales de titanio que se insertan dentro del hueso maxilar o mandibular y son la base para la colocación de los dientes artificiales, pudiendo continuar con una vida normal y solventando todos los problemas estéticos y de salud derivados de perder un diente.
Además, propician innumerables beneficios, como la devolución de la apariencia facial y la sonrisa, nos devuelve nuestra seguridad, restauran la función masticatoria permitiendo que el proceso digestivo sea el adecuado y por tanto una correcta absorción de los nutrientes por parte de nuestro organismo, ayuda a preservar la estructura ósea facial, evitando de esta forma la pérdida de hueso entre otra muchas ventajas.
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